El Real Valladolid se pasó el verano entero temiendo la marcha de Fernando Calero. El canterano pucelano terminó poniendo rumbo al Espanyol y la zaga blanquivioleta parecía quedar desprotegida, pero Sergio trabajó con esta idea durante todo el verano.
Todos esperaban a Joaquín o incluso a Fede Barba, fichado para el lateral pero que también puede jugar como defensa central por la izquierda. De ahí que, aunque el italiano no pudiera jugar por sanción, la titularidad de Salisu en el Villamarín fuera sorprendente.
Al ghanés no le tembló nada el pulso. Estuvo sobrio ante Borja Iglesias y Loren y solo cometió algún error aislado, que solventó con su imponente físico.
En el Bernabéu dio un paso adelante y mejoró aún más sus prestaciones. 'AS' recuerda que llegó al filial pucelano desde la African Talent Football Academy y se incorporó directamente al Juvenil A en la temporada 2017-18, la del ascenso del primer equipo a Primera.
Fue entonces cuando el club pucelano decidió apostar por él y lo incorporó por unos 50.000 euros. Tras una campaña impecable en el filial, a quien ayudó a no descender a Tercera, le ha llegado de golpe la oportunidad en el primer equipo.
La Liga es muy larga y todo puede cambiar, pero parece que el Valladolid ha descubierto a un nuevo Calero en su filial. Y quién sabe si no acaba alcanzando el nivel del de Boecillo. El tiempo, como siempre, será el encargado de juzgar.