"¡Sálvese quien pueda!". Eso parecía gritar uno de los jueces de línea mientras corría para refugiarse del chaparrón. Y es que lo que cayó en el Paços de Ferreira-Portimonense, nuevo equipo de Honda, se ve muy poco durante un partido de fútbol.
Tanto fue así que el encuentro, correspondiente a la Jornada 18 de la Liga NOS, tuvo que ser detenido unos minutos a causa del mal tiempo.
Cuando se llegaba al 41' de juego, comenzó a caer sobre Mata Real una brutal tromba de agua acompañada de granizo. El árbitro no se lo pensó, tomó la pelota, que estaba en el área del Paços de Ferreira, y mandó a los jugadores a la caseta.
Estos, además del cuerpo arbitral, se refugiaron en el túnel de vestuarios mientras pasaba lo peor de la tormenta. Esta no tardó en calmarse y, tras unos minutos, el encuentro se pudo reanudar.
February 9, 2021