Zidane y los suyos redondearon un 2017 inolvidable con un nuevo título en el Mundial de Clubes. El equipo blanco no falló en su especialidad favorita -las finales- y derrotó a un Gremio que decepcionó por su defensiva puesta en escena y que fue maniatado por el juego de los blancos.
Como ya es costumbre, los blancos abandonaron toda mala racha y mal momento de juego en cuanto llegó la hora de levantar un título. El Madrid no se asemejó en nada al que sufrió en la semifinal contra Al Jazira y controló la final como sólo él sabe hacerlo, poniendo incluso una samba que se echó en falta en el campeón de la Copa Libertadores.
Los de Zidane comenzaron dominando y con la posesión desde el inicio. Gremio amagó con presionar arriba, pero rápidamente se entregó a una suerte de estrategia defensiva a la que los de Porto Alegre no están nada acostumbrados. Es Gremio un equipo que gusta de tener el balón y hacer sufrir a los rivales, pero esta vez les tocó a los de Renato Gaúcho jugar el papel de conjunto dominado. Y pronto se vio que no iban a estar nada cómodos en ese papel.
La primera mitad, eso sí, estuvo bajo control para los brasileños, que no sufrieron en exceso y sólo vieron cómo el Real Madrid merodeaba el gol en sendas voleas desacertadas de Carvajal y en un lanzamiento de falta de Cristiano Ronaldo que salió rozando el larguero. También de falta tuvieron su única ocasión en el partido los de Renato Gaúcho. Edilson exhibió su potente disparo y Keylor Navas casi tuvo que sacar el balón de las redes después de ser sorprendido por el efecto del lanzamiento.
'O Rei' de las finales.
La segunda parte fue muy distinta. Gremio siguió apostando por llegar a la prórroga con el 0-0, pero los brasileños, muy cansados, no lograban frenar la sangría en su área. Pudo marcar Cristiano en un chut desde la frontal, pero la gloria estaba reservada para él en un lanzamiento de falta directa. El luso chutó, Luan y Barrios se abrieron y Marcelo Grohe no llegó a tiempo. 1-0 y cambio de plan para un Gremio que parecía no tenerlo muy ensayado.
La final pudo quedar sentenciada poco después, pues Cristiano, que igualó a 'O Rei' Pelé con su tanto en goles en Intercontinentales/Mundiales de Clubes, volvió a encontrar la red tras una gran dejada de cabeza de Benzema, pero la acción estaba invalidada por un fuera de juego que no existió o que en cualquier caso fue milimétrico. De ahí al final, sucesión de ocasiones del Real Madrid con tiro al palo de Modric, remates de Kroos, Bale y el croata... y suspense más por lo incierto del resultado que porque Gremio lo intentara.
Los brasileños acabarían el partido sin poner a prueba a Keylor Navas, viva imagen de lo que fue un partido en el que el Real Madrid controló, jugó y ganó como manda su historia.