Desde el partido ante el Deportivo en el Camp Nou, un lejano ya 12 de diciembre, Sandro no es titular. Y no pisa un terreno de juego desde que sustituyó a Munir ante el Guangzhou en el Mundial de Clubes, con el partido resuelto. Las altas de Aleix y Turan se han 'cargado' a Sandro de manera fulminante.
Es tan clara su ausencia, que ni fue convocado siquiera ante el Espanyol en la vuelta de los octavos de Copa, un partido que estaba sobradamente encarrilado con el 4-1 de la ida. No jugar ante el Valencia mañana, otra eliminatoria que salvo catástrofe de primer orden debería superar el conjunto azulgrana, será el último clavo en su ataúd.
Se le buscó una salida en invierno, o al menos eso decían los rumores. Pero al final, la opción Tottenham quedó en nada. Quizá este verano, si sigue sin jugar, el resultado sea otro, y haga las maletas. Luis Enrique no se cansa de repetir que los menos habituales trabajan bien y tendrán su oportunidad, pero quizá Sandro gastase todos sus cartuchos cuando tuvo que reemplazar a Messi o Neymar.