Para muchos fue un gol más, un tanto que servía para abrir el marcador ante el Borussia, pero para Saúl fue una liberación, una manera de acabar con las algunas de las críticas que ha sufrido por parte de la afición rojiblanca en este principio de temporada.
Saúl nos tiene acostumbrados a marcar golazos, por eso el de este martes fue algo extraño en su cuenta anotadora. El centrocampista, que celebró con mucha rabia el tanto, conseguía así su segunda diana oficial este curso. El primero fue en Supercopa de Europa ante el Madrid el pasado 15 de agosto.
El coraje en la celebración llevaba intrínseco muchos días y partido tras partido sin marcar, con los ojos de los más críticos atléticos apuntando hacia él.
Saúl logró recuperarse de cara al gol y quitarse la espinita de esas críticas algo desmedidas para un jugador clave e importantísimo en las filas de Diego Simeone.