Scoot participó en la "Marcha por la vida" como embajadora en el Día Universal del Niño y en otras actividades del fútbol base, así como asistió a cuatro partidos.
La jugadora admitió que ha vivido cuatro días fantásticos: "Me apasiona hacer cosas así, y poder ir a colegios para hablar e inspirar. Pero no se trata sólo de mí. Sí, soy una embajadora de la FIFA y es genial estar aquí, pero también se trata de las chicas papúes".
"Cuando acabe el campeonato y todos volvamos a casa, estas chicas tienen que dar un paso al frente y ser modelos a imitar, y seguir luchando contra la violencia en este país", agregó.
Scott explicó cómo el fútbol puede cambiar la vida de la gente y de los más pequeños: "Al ir a los colegios, quedó demostrado lo que el fútbol puede hacer en muchísimos niveles. Fuimos a una escuela, y los alumnos se volvieron locos con las chicas [de la selección de Papúa Nueva Guinea]".
"Todo el mundo quería saber cosas de la portera que había jugado un partido tan increíble, y la aplaudían y vitoreaban. Ella estaba tan nerviosa que, cuando le hicieron una pregunta, empezó a llorar delante de todos. Pero en el siguiente colegio, ya había adquirido confianza de ver hablar a las demás chicas. Y cuando le hicieron una pregunta, todas pensamos: "¡oh, no!", pero fue capaz de responder enseguida. Fue un momento realmente emotivo", contó.
La defensa alucinó con la violencia que aún pasan las mujeres en Papúa Nueva Guinea, pero estacó la magia de la selección y cómo agradecieron el apoyo local.
En cuanto a calidad del fútbol visto, Scott se muestra impresionada: "Ha habido algunos golazos y algunas jugadoras realmente sobresalientes, por lo que me han impresionado mucho todos los encuentros a los que he acudido".
En su opinión, Alemania tiene buena pinta por su velocidad con el balón y su eficacia, aunque también ha escuchado cosas muy buenas de Japón.
Por último, la jugadora dejó un mensaje para las jugadoras papúes: "Tienen que continuar y seguir con esta lucha. Ahora son modelos a imitar y han ganado en confianza; y ahora es cuando tienen que mostrar a las nuevas generaciones lo que pueden conseguir. Se trata de dejar un legado. He tenido la suerte de hacer y vivir muchas cosas jugando al fútbol, pero estos han sido cuatro días extraordinarios que jamás olvidaré".