Y es que, según asegura el portal 'SportItalia', el atacante no está dispuesto a firmar un nuevo contrato por menos de 4,5 millones de euros netos por temporada.
Por su parte, el Nápoles quiere subirle el sueldo, pero nunca hasta superar los 2 millones que le han puesto como límite. Sin duda, una distancia bastante grande que parece insalvable.
Y es que, el Nápoles no está dispuesto a dejarse tanto dinero en un jugador que se muestra irregular en algunos tramos de la temporada, queriendo contar con él... pero no a cualquier precio.