Fue una de las situaciones más 'random' del fútbol. En las categorías inferiores no suele haber un cuarto árbitro que pueda entrar al campo si alguno del terceto tiene un problema.
Pues bien, el colegiado principal que dirigía el Leioa-Racing de Santander no pudo acabar el choque. Estaban a punto de cumplirse los primeros 45 minutos y Mena Gimeno notó unos problemas en su tobillo izquierdo.
Pidió la asistencia del médico y fue el del equipo santanderino el que acudió en su ayuda. Pese a los cuidados, fue imposible continuar y la primera solución fue buscar un sustituto.
La megafonía del campo se activó y preguntaron si había algún colegiado entre el público. Al no encontrar recambio, uno de los asistentes de banda tuvo que tomar el puesto principal, mientras el lesionado hacía lo que podía desde la banda con hielo en el tobillo.