Las expulsiones durante un lapso de tiempo ya se ponen en práctica en otros deportes, caso del balonmano. Ahora Inglaterra lo probará en algunas categorías menores.
El jugador que vea una amarilla por protestar al colegiado será expulsado durante diez minutos de juego. Más de 1.000 clubes ingleses ya han sido preguntados si se animarían a probar esta iniciativa.
De momento, la FA quiere testar esta novedad arbitral en la quinta división y en categorías juveniles. El protestar se va a acabar.