Al parecer, según el periódico inglés 'The Times', Cesc inició la infame trifulca, que terminó con Hiddink por los suelos. Según dicho medio, el internacional español se acercó para recriminar, con el encuentro concluido, un pisotón recibido en la mano.
El diario califica sus gestos como desafiantes y provocadores, y fueron en última instancia el detonante de la pelea. Los ánimos estaban calientes (el gol de Hazard regaló la Premier al Leicester, al empatar el encuentro a dos tantos) y las quejas de Fàbregas tan sólo prendieron una pólvora que estaba ya muy caliente.