La primera victoria de la temporada del Lugo, ante el Leganés (1-0), tuvo dos nombres propios, el del portero Óscar Whalley, salvador, nuevamente, de los gallegos, y el de Josep Señé, que se mostró como 'todocampista'. Señé marcó el único tanto del partido, un gol que ejemplifica su actitud y aptitud, hambre, ambición y concentración, acompañamiento de la jugada y ocupación de espacios.
El centrocampista abarcó campo en una jugada que comenzó con polémica, ya que Raba pidió falta de Xavi Torres, pero el colegiado dejó seguir. El jugador catalán se lanzó el ataque, abrió a banda izquierda, siguió la acción, interceptó el balón en la frontal tras un despeje de la defensa madrileña, tocó para Loureiro, este para Jaume Cuéllar y en el área apareció de nuevo el 8 del Lugo para cabecear con acierto.
A sus 30 años, el futbolista de Sant Cugat del Vallés, ha encontrado en el la ciudad gallega su sitio, como entre 2017 y 2019 en la Cultural y Deportiva Leonesa con Rubén de la Barrera como entrenador. Señé se formó en el Terrassa y el Real Madrid y pasó después por Oviedo, Celta de Vigo, con el que jugó dos temporadas en Primera División, el conjunto leonés, Mallorca y Castellón antes de firmar por los rojiblancos.
La temporada pasada, la primera como jugador del equipo rojiblanco, disputó 38 partidos, 33 como titular, y anotó cuatro goles. Números que le llevaron a desbancar de las alineaciones a Hugo Rama, que parecía consolidado en el once y cambió de equipo en el mercado invernal para seguir su carrera en el Oviedo.
Señé no solo brilló en el campo, donde contribuyó a una temporada relativamente cómoda para los gallegos, sino que, a la vez, adquirió galones en el vestuario que le han llevado a ser uno de los cuatro capitanes de la plantilla. Entre Primera y Segunda División, el futbolista del Lugo roza los 150 partidos y lleva 15 goles.