No estaban castigados, pero como si lo estuvieran. Tras pelearse en el último entrenamiento, Neymar y Semedo trabajaron durante toda la sesión en grupos diferentes, evitando así un tenso reencuentro.
Así intentó calmar los ánimos el 'txingurri' después de saltar una polémica que ha adquirido especial importancia por la actual situación del brasileño dentro del club.
El entrenamiento fue visto en directo por 15.000 personas, que tuvieron que pagar hasta 30 euros para poder presenciar el último ensayo azulgrana antes del choque ante el Madrid.
Messi volvió a ser el más aclamado, aunque Luis Suárez y Neymar también fueron agasajados. Eso sí, no se escucharon gritos de 'Neymar quédate' en esta ocasión.