Griezmann se marchó triste por partida doble tras el encuentro que Francia disputó este lunes ante la Selección de Turquía.
Primero porque el combinado galo no pudo pasar del empate ante los otomanos y se queda segunda de su grupo y sin asegurar de momento su billete para la Euro.
Y segundo, en el plano personal, porque el atacante de Macon suma ya casi 600 minutos sin anotar un gol con su país. 587, concretamente.
El futbolista del Barça atraviesa una preocupante sequía anotadora con Francia y para encontrar su último tanto hay que remontarse a un amistoso del pasado verano.
Fue el día 2 de junio, en un encuentro ante Bolivia en el que los galos vencieron sin convencer demasiado por 2-0.
Desde ahí, Griezmann no sabe lo que es celebrar un gol con 'Les Bleus'. Ahora deberá esperar al próximo parón para cortar la racha.