"Tenemos que ganar el último partido por dignidad, por la afición y por los trabajadores del club, hemos sufrido mucho y lamento no haber conseguido el objetivo de la permanencia", ha subrayado en la que podría ser su última rueda de prensa como entrenador del Mallorca.
Sergi cree que desde su llegada al banquillo, en la primera semana del pasado mes de abril en sustitución de Javier Olaizola, "han habido buenos números".
"No hemos conseguido el objetivo, es cierto, pero hemos hecho un buen trabajo. Desde mi llegada no he tenido mucho margen de error. Es triste porque lo hemos tenido en la mano y se nos ha escapado", ha señalado.
Con respecto a la movilización anunciada por las peñas mallorquinistas para protestar por el descenso, Sergi ha precisado que los aficionados "están en su derecho de expresarse libremente".
"Es una manera de reivindicarse, pero, quizás, para pasar un mal rato es mejor que no vengan aunque, repito, si quieren que los jugadores se sientan como fuera de casa están en todo su derecho. Están molestos y se entiende cualquier cosa que hagan", ha dicho.
"El club tiene que buscar soluciones y reinventarse para volver a estar arriba porque la segunda B es una categoría muy dura. El Mallorca es un club de primera y tiene que volver a estar arriba cuanto antes. Hay que hacer un cambio global", ha indicado.
Sobre sus relaciones con la plantilla en estos dos últimos meses, ha destacado que algunos de sus integrantes "deben aprender de los errores".
"No puedo dar nombres de los que no han estado metidos al cien por cien", ha indicado, tras subrayar que no puede apartar a futbolistas por la manera en que afronta los entrenamientos.
No obstante, ha matizado que "se han dado situaciones" que él no había "vivido nunca".
El técnico y exfutbolista también se ha referido a su futuro en el banquillo mallorquinista y ha confirmado que el lunes se reunirá con el consejero delegado Maheta Molango para conocer los planes de la entidad en Segunda B.