Después de cinco años sin saborear una victoria en Balaídos, el Barça consiguió el triunfo ante un Celta que no las vio venir en ningún momento.
Ansu Fati marcó el camino hacia la victoria y más tarde llegó el autugol de Olaza. Pero todavía quedaba tiempo para que llegase el tercero.
En el 95', Sergi Roberto terminó por finiquitar el encuentro tras aprovecharse de un jugadón previo de Messi. Leo tiró, paró Iván Villar y el lateral, de volea, mandó el rechace al fondo de la red.
Los jugadores 'culés' se abrazaron en torno a él y celebraron el tanto como si fuera el primero. Y no era para menos porque habían conseguido ganar en un campo maldito.