Parecía que el Racing iba a por todas nada más comenzar el partido, pues atacaba con más fiereza. Lombardo era el encargado de ponerle esa pizca de sal al ataque de los locales para que estos acabaran con centros laterales gracias al buen hacer del futbolista.
Pero rápido apareció Stuani para frustrar las esperanzas de la hinchada. Finiquitó un centro de Borja García con un testarazo en plancha ante el que Zidane no pudo hacer nada. Desde entonces, los catalanes fueron superiores sobre el terreno de juego y la reacción rival no llegaba.
No fue hasta el tramo final del primer acto cuando los cántabros se dispusieron de un modo en el que generaron más. Eso sí, de nuevo, las esperanzas estaban depositadas en Lombardo, que mostraba su alto nivel de regate para internarse varias veces desde la banda zurda.
Salieron los 'montañeses' al segundo acto con muchas ganas de poner la igualada, pero no lo conseguían. Lombardo no aparecía tanto y los envites no estaban siendo lo suficientemente peligrosos como para poner en apuros al cancerbero contrario. El primer tiro, impreciso por poco, fue de Rodríguez.
Fue acercándose más y más el cuadro de Iván Ania hasta que Barral hizo temblar no solo a la portería, sino a toda la afición albirroja con un disparo al palo a la media vuelta dentro del área. Lo que no esperaban era que Gumbau les asestara un duro golpe marcando el segundo tanto tras un centro-chut de Marc Gual.
En la recta final, los santanderinos se desinflaron y no fueron capaces de seguir detrás del gol. Claudicaron y a los de Unzué les bastó un par de acciones de ataque para que Granell pusiera la sentencia con una bonita volea desde la frontal. Tres puntos y segunda victoria seguida para hundir un poco más a los del norte.