"Mientras estuve en el Atlético, si algo hice fue matarme y pelear por un lugar en el once. A mí lo que me condicionó fue una sola lesión, la de la rodilla, como la tienen tantos jugadores, pero no todos están en un club tan competitivo", explicó Augusto.
Obviamente, reconoció que la oferta económica del Beijing Renhe influyó a la hora de tomar la decisión de marcharse. "Llegó el momento de hacerlo. Los ciclos se terminan. Necesito jugar. No voy a ser hipócrita tampoco... la oferta económica era importante para mí y para mi familia", se sinceró.
Además, reveló haber tenido ocasión de seguir en la Liga. "He tenido posibilidades de irme a clubes de España que luego incorporaron a jugadores en mi posición y les he dicho que no, porque no me veía saliendo del Atlético a otro equipo de LaLiga de nuevo en un mercado invernal", explicó.
Y reconoció irse con una espina clavada. "Queda eso de no haber podido demostrar mi mejor versión con esa lesión, pero mirar atrás y pensar en lo que podía haber pasado es gastar energía", expresó.
Augusto se marcha a China, pero su corazón será siempre 'colchonero'. "Voy a ser un hicha más, veré todos los partidos. El Atlético se mueve por sentimientos y no por resultados. Eso lo respeté y lo voy a seguir haciendo. Alentaré para que las cosas vayan bien y puedan ganar algo", concluyó.