El vigente campeón de Europa se la pegó en San Paolo. El Liverpool sucumbió ante el Nápoles por 2-0 en un partido en el que los 'reds' acabaron desquiciados con el árbitro y el VAR.
Y es que el 1-0 partió de un polémico penalti de Robertson sobre Callejón. Klopp clamó al cielo con razón porque en la repetición se comprobó que no había nada.
El jugador del Nápoles, tras el partido, dio su punto de vista sobre esa acción que permitió a su equipo abrir el marcador. "Si el árbitro pitó es penalti. Hubo contacto", comentó.
Por último, Callejón analizó el encuentro. "Nos conocíamos muy bien. Nos hemos enfrentado muchas veces y el partido fue muy táctico. Crearon mucho peligro, pero nos defendimos bien. En el segundo tiempo tuvimos algún bajón, pero corrimos mucho. En los últimos 15-20 minutos dominamos el partido y la victoria fue merecida", concluyó.