Y es que el centrocampista blanco reveló que, en caso de que su equipo acabe conquistando el cielo de Europa en Kiev, se dará un pequeño a la vez que grande capricho gastronómico: una pizza.
"El tema de la alimentación lo llevo muy a rajatabla, me gusta mucho cuidarme, pero de vez en cuando también me apetece una pizza. El sábado seguro que me la meteré si ganamos", aseguró.
En cuanto a sus expectativas sobre la final, el canterano afirmó que en el equipo se respira optimismo: "Tenemos buenas sensaciones. Estamos tranquilos, tenemos ambición y muchas ganas. Aunque sea la tercera final seguida es como si fuera la primera. Estamos entrenando muy bien y tenemos muchas ganas de que llegue el sábado".