"Si el club quiere echarme tendrá que hacerlo porque no pienso irme ni voy a dimitir", espetó el portugués al poco de entrar en la rueda de prensa.
El técnico, que trató de desviar la atención centrándose en otros aspectos como el horario del partido, se mostró convencido de que el equipo remontará. "Está muy complicado que seamos campeones por la diferencia de puntos que hay, pero estoy convencido de que acabaremos entre los cuatro primeros", dijo.
"Es un momento crucial en la historia de este equipo y si me despiden, echarán al mejor entrenador que han tenido nunca. Enviaría el mensaje de que los resultados son culpa del entrenador", continuó.
Mourinho aprovechó la rueda de prensa para buscar la unión del equipo y concluyó recomendando a sus jugadores que estén más juntos que nunca. "Es un momento para que cada uno asuma sus responsabilidades y el grupo esté unido", concluyó.