Francesco Totti, leyenda de la Roma, club que defendió durante 25 años en el campo, media entre los jugadores y el club. "Los jugadores son bestias, son bastardos, pero también me inspiran respet", señala.
"Yo era como ellos, los conozco bien, sé su lenguaje secreto hecho de miradas, medias palabras. Intento ser útil. En el vestuario ahora hablamos casi exclusivamente inglés. Si no sabes, no entiendes nada. Ahora, todos están aislados en su habitación con su teléfono móvil para navegar o enviar mensajes", comenta.
Totti recuerda entrenadores que tuvo, desde Fabio Capello a Luciano Spalletti. "Siempre estás equivocado cuando hablas con él. Él sabe mucho, pero la última palabra siempre tiene que ser la suya. Si pasa una paloma y dice que es una gaviota, te intentará convencer de que es una gaviota. Es muy cabezota", cuenta.
"Spalletti fue quien más me influyó para que me retirase. El club y el entrenador eran uno solo", dijo Totti, que explicó por qué no se retiró en Asia o alguna liga millonaria: "¿Por qué no haber seguido jugando en Asia o América? Porque habría arruinado 25 años de mi carrera, siempre dije que sería un jugador que vistiera una sola camiseta".
"No me aburro en absoluto", sentencia Totti sobre su nueva vida.