Al menos siete personas han fallecido en el sur de Marruecos, concretamente en Tizert, región de Taroudant, cuando se estaba jugando un partido de fútbol aficionado y una riada les sorprendió.
Un repentino torrente de agua con tanta fortaleza y potencia que terminó arrasando por completo el campo de fútbol y provocó el derrumbe de las infraestructuras.
Varios espectadores decidieron refugiarse sobre la edificación de los vestuarios, pero la riada también se llevó por delante esa parte del estadio, lo que provocó que cayeran al agua.
Hasta el momento, se desconoce el alcance exacto de los fallecidos, pero ya se han notificado al menos siete muertos, además de decenas de desaparecidos.