"Técnicamente era una catástrofe, pero tenía un alma maravillosa y era muy, muy inteligente", explica Lucescu en la citada revista. "Luego mejoró su técnica porque tenía mucha ambición y también supo adaptarse a una nueva posición", insiste.
Lucescu analiza aquella etapa de Simeone, en la que jugaba como segundo delantero detrás del punta, y aclara que el futbolista supo cambiar para ser un mejor jugador. "No tenía regate, ni disparo, pero tenía un gran sentimiento futbolístico", remarca.
"Era muy buen comunicador y no me sorprende lo que hizo en Atlético e Inter como futbolista y lo que ha logrado ahora como técnico", confirma un Lucescu que se confiesa amigo de Simeone en la actualidad.
En la 1990-91, campaña en la que ambos coincidieron en el Pisa, el cuadro italiano acabó descendiendo a la Serie B, pero ofreció un buen rendimiento ante los grandes.