El plan de la UD Las Palmas de retomar la competición con un máximo de 11.000 espectadores en su estadio se ha topado con la oposición frontal de casi todo el mundo. Las autoridades y sus rivales deportivos se oponen, cada uno por sus motivos.
Los rivales de Las Palmas consideran que no sería justo que ellos puedan jugar con público y que el resto tenga que hacerlo a puerta cerrada. El CSD comparte este punto de vista.
Según Irene Lozano, su presidenta, que Las Palmas pueda jugar con público y el resto no vulneraría el principio de igualdad de la competición. Además, recordó que la decisión última no dependerá solo del criterio "de una única entidad o administración".
Desde el Ministerio de Sanidad también se mostraron contrarios. Su titular, Salvador Illa, confirmó que, si bien las autonomías serán competentes en la Fase 3 de la desescalada, estas recibirán recomendaciones adaptadas a su progreso.
Fernando Simón, por su parte, al ser cuestionado al respecto de esta posibilidad, reconoció que será tenido en cuenta, pero también apeló al principio de igualdad deportiva.
"Se valorará si en Fase 3 puede acceder público a los estadios de fútbol, pero tanto el CSD como los propios jugadores entienden que no sería justo que hubiera en unos campos sí y en otros no", respondió el epidemiólogo.