Hace exactamente una vuelta, Nàstic y Elche peleaban de igual a igual por evitar el descenso. Sin embargo, la segunda parte de campeonato de unos y otros ha sido diametralmente opuesta.
Mientras los ilicitanos crecían y firmaban números de 'play off' para escapar de la quema, el Nàstic se hundía y decía adiós a toda clase de milagro, descendiendo con varias jornadas de antelación.
Precisamente esa falta de tensión, por encontrarse ya descendido, fue la que marcó el choque de Tarragona. En un estadio semi vacío, el Nàstic no fue capaz de dar a los suyos una victoria en un choque en el que ya nadie se jugaba nada, aunque su orgullo sí que dignificó el partido, levantando un 0-3 e impidiendo una nueva decepción a su hinchada.
El Elche aprovechó su mejor dinámica y se metió pronto en el partido, en parte ayudado por los errores locales. Superado un susto inicial, con Edgar respondiendo bien en un buen cabezazo tarraconense, el cuadro ilicitano se adelantó en un chut sin aparente peligro de Xavi Torres que inexplicablemente se tragó Bernabé.
Los de Pacheta, que acabó expulsado, siguieron teniendo el control en la primera parte y también tras la vuelta de vestuarios, cuando ampliaron la ventaja en un claro penalti transformado por Carlos Castro.
El Nàstic navegaba a la deriva y ni la expulsión por doble amarilla de Juan Cruz cambiaba los planes del Elche, que firmaría el 0-3 en un contragolpe finalizado con maestría por Josan.
Quedaban apenas 20 minutos, pero fueron suficientes para que los locales tiraran de orgullo y levantaran el partido. Primero, Uche aprovechó un rechace de Edgar en un saque de esquina y puso el 1-3, que sólo parecía maquillar el marcador, pero cuatro minutos después Neyder se metía en propia puerta el 2-3.
Fue sacar de centro y la entrega de Luis Suárez obtuvo la recompensa del 3-3 definitivo. El punta recuperó el balón y fusiló a Edgar, llevando la locura a la escasa afición local del Nou Estadi y la decepción a un Elche que se veía con los tres puntos en el zurrón.
De ahí al final pudo pasar cualquier cosa, con ocasiones para ambos y un final de encuentro muy entretenido, que puso de manifiesto que el fútbol es precioso cuando se deja de un lado la tensión y la necesidad de los puntos.