James Rodríguez sólo jugó 45 minutos en el partido que el Real Madrid ha jugado ante el Bayern Múnich. Zidane lo puso como titular, pero al descanso lo dejó en el banquillo.
Su participación en el juedo madridista fue bastante escasa. Cierto es que el equipo tampoco estuvo fino, pero James ni siquiera entró en contacto con el esférico para hacer lo que es teóricamente su trabajo: enlazar el centro del campo con la delantera.
Un único disparo, bastante lejano pero con cierto peligro, fue lo único que James aportó al partido. Habrá que ver si a Zidane se ha quedado conforme con el partido de James.