Muy pronto se quedó en inferioridad numérica el Mirandés. En el 22 vio la roja Álvaro Rey por una dura entrada sobre Rhyner. El colegiado expulsó al futbolista.
El Mirandés entonces tenía que vivir con 10 prácticamente todo el partido. Una dura tarea que, sin embargo, aprobó con nota durante buena parte del encuentro.
Porque el primer gol no llegaría hasta el 61. Aguantó estoicamente el Mirandés cada llegada del Cádiz. Mención especial a Limones, que regaló buenas paradas.
Lo intentaron Espino, Rhyner y Álex, pero fue Alberto Perea quien logró ver puerta. Salvi lo intentó primero y se encontró precisamente con Limones, que atajó su disparo. El rechace le cayó a Alberto Perea, que no falló. 0-1 para el Cádiz.
Era el minuto 61. Entonces comenzaron a entrar los cambios, que dieron algo de fuerza al Mirandés. Entraron Ohemeng, Íñigo Vicente y Cristian González.
El Mirandés logró la ocasión que llevaba todo el partido buscando en una falta, cerca de la meta de Cifuentes. Merquelanz se encargó de tirar y la fortuna se puso de su lado. El balón lo desvió Álex con la cintura, mandándolo al fondo de la red. Volvía el empate (1-1) al marcador.
Poco le duró la alegría al equipo local. Hubo penalti sobre Nano Mesa y Álex puso el 1-2 definitivo.
Se calentó el partido en los últimos minutos. Pidió Anduva la pena máxima sobre Ohemeng, pero no la concedió el árbitro. Expulsó a Iraola, técnico local, por protestar.
Los tres puntos vuelven a ir para el Cádiz, que no ha podido tener un arranque mejor: lleva seis puntos de seis posibles. El Mirandés, por su parte, se queda con uno.