Corría el minuto 54. El marcador marcaba un 1-1 y el Watford tuvo una ocasión inmejorable para deshacer las tablas. Fue una jugada rápida y profunda por el costado izquierdo que acabó con pase de la muerte, un clásico en el fútbol inglés.
El problema es que la jugada no terminó en gol. Aunque prácticamente antes de que llegara el balón a Will Hughes la afición ya estaba festejando el tanto, en el fútbol no se puede celebrar nada hasta que no sucede... y no sucedió.
Hughes, a centímetros de la línea de gol, sin portero y sin oposición directa, mandó el balón fuera cuando solo tenía que meter el pie en una de esas jugadas que es más difícil fallar que marcar. Sin duda, terminará la temporada y muchos no olvidarán este fallo.
24 de agosto de 2019