"Tomé un té de anís en Perú porque estaba con una indigestión y en Argentina tomé un té negro con limón y miel porque estaba con gripe"; aseguró en dicho medio, añadiendo a su alegato: "Siempre me dediqué al completo a esto. Soy profesional".
Eso sí, Guerrero no quiso señalar a nadie por lo sucedido: "No culpo a nadie, pero la sustancia podía estar perfectamente en una jarra o en una taza y ahora estoy suspendido".
El peruano recalcó que lo está pasando verdaderamente mal: "Tengo sanción y ya dejé de jugar partidos con Perú, que eran los más importantes de mi vida y ahora no estoy en una final de mi club. Este es un momento muy complicado para mí".