No dio tiempo casi a posicionarse en el campo cuando Djaló y Cantero cometieron un error de benjamines -no supieron decidir quién tenía que recoger un pase atrás- para que Stuani robara la bola y marcara a puerta vacía. La astucia del delantero sirvió para que el partido empezara ya con 1-0.
Entonces comenzó la misión de los gallegos para buscar el empate. Pero la presión de los locales era muy intensa, sobre todo al pasar la línea del centro del campo, y servía para que las únicas oportunidades llegaran mediante disparos lejanos. El más activo en estos términos era Tete.
Llegó Stuani a firmar su doblete, pero estaba en fuera de juego cuando recibió la pelota y el VAR intervino para avisar al colegiado, que lo anuló. Conforme se acercaba el descanso, aumentó la igualdad y también las tuvo el Girona para ampliar su ventaja en el electrónico.
No sirvió la charla táctica para darle la vuelta a la situación, pues los albirrojos salieron al segundo acto estando por encima en el terreno de juego. Se encontraba más cerca el 2-0 que el 1-1 y Tete seguía siendo el más empeñado en buscarle las cosquillas a Juan Carlos con tiros desde la frontal.
Volvió a cometer un error la zaga lucense con una mano en el área de Grau. Stuani fue el encargado -cómo no- de materializar la pena máxima y lo hizo 'a lo Panenka' con un tiro que llegó a besar el larguero. Más tarde, Grau fue expulsado al poco de entrar por la amarilla de la mano y la de una dura entrada.
Aprovechando la superioridad numérica -y otro error en la salida de balón de los visitantes-, Maffeo robó la pelota arriba para luego ponerle un pase lateral a Stuani que fue medio gol para que este le pusiera la guinda al pastel con su 'hat trick'. Iriome, de cabeza, firmó el tanto del honor sobre la bocina.