"Soy hincha de Cerro desde que tengo uso de razón", dijo a 'Clarín'. Llegó incluso a formar parte del grupo más radical, pero en 2016 todo cambió cuando su hijo falleció en un accidente de tráfico.
Pasó a animar a Rampla Juniors, el eterno rival y el equipo del que era su hijo. Es su forma de rendirle homenaje cada fin de semana que hay partido.
De hecho, siempre lleva al estadio junto a su mujer una pancarta que dicta "Nico, siempre presente". El amor por la familia sí puede al amor por el fútbol.