La realidad del fútbol más humilde. Los grandes clubes disponen de máquinas que hacen este trabajo por sí solas, pero los clubes con menos presupuesto se deben apañar con métodos más caseros.
El partido, cuando campeaba el 1-0 en el marcador favorable a Santaní, se tuvo que parar momentáneamente a causa de la intensa lluvia que caía sobre el terreno de juego. El balón apenas rodaba y los operarios tuvieron que trabajar duro para combatir el agua.
Con la ayuda de escobas e incluso de la camilla médica, los encargados pudieron conseguir que el césped estuviera apto para que de nuevo se reanudara el partido. Una situación algo surrealista la vivida en Paraguay.
2 de febrero de 2019