Hace menos de un mes, el Cork City tenía una renta de 20 puntos que este fin de semana se ha quedado en 11. A falta de cinco jornadas, el título parece sentenciado, incluso tras las tres derrotas consecutivas de los irlandeses.
En caso de concretarse la victoria del Cork City, cristalizará una temporada histórica para un equipo que se refundó de urgencia en 2010 gracias a un grupo de aficionados que se unieron para sacar adelante el equipo de la segunda ciudad más importante de Irlanda.
En nueve días, conformaron una plantilla para poder salir en la First Division. El club sobrevivió y empezó a trabajar con un modelo diferente, basado en la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos que tenían a su disposición.
Así lograron recuperar la máxima categoría y siete años después de aquella refundación está a punto de conquistar su primer título liguero. En 2014 se quedaron a un partido de conseguirlo, ahora lo tienen prácticamente en la mano.
El humilde y modélico club irlandés puede proclamarse campeón de Irlanda la próxima semana. Un hito inolvidable que muchos ni imaginaban en aquer devastador 2010, cuando el club estuvo a punto de desaparecer por culpa de la mala gestión y la falta de recursos.
Guiado por sus propios aficionados, la gloria espera a este Cork City para acabar con los fantasmas de aquel 2014 y escribir su nombre en la historia de este irrepetible 2017 para ellos.