El vandalismo vuelve a ser el protagonista en la Liga Chipriota. Un boicot arbitral en 2015 ya obligó a la Federación a suspender la Liga y la Copa de dicho país, algo que ha vuelto a suceder.
Tanto los árbitros como sus familias fueron el objetivo de constantes actos violentos y la jornada tuvo que aplazarse. Ahora, según publican medios chipriotas, un colegiado habría estado a punto de morir por una bomba.
La organización ha actuado como ya hizo hace cinco años. La reacción fue instantánea tras saber que Antreas Konstantinou, árbitro de la Liga Chipriota, tenía una bomba en su coche.
Por suerte, no hay que lamentar daños personales o materiales, pero los violentos obligan de nuevo a que la competición se pare momentáneamente.