Creían en ello, confiaban en un pinchazo del equipo de Guardiola para acabar celebrando el título en Anfield. Pero no fue así. El Liverpool cumplió y ganó su partido, pero el City también. Una medalla de plata que puede saber menos amarga con una 'Orejona' más en el museo.
Y no se puede decir que no tuvieran todos los ingredientes necesarios para acabar obteniendo la corona. Además de tener al 'MVP' de la temporada, lo ganó Virgil Van Dijk, Klopp contaba con las dos mejores herramientas en un torneo regular.
Mohamed Salah se llevó el trofeo al máximo goleador de la Premier por sus 22 goles. Mismo escenario para Sadio Mané. El conjunto 'red' contaba con los dos máximos artilleros del torneo. De poco acabó sirviendo, más allá de ese segundo lugar.
Si en una Liga es importante la eficacia de cara a puerta, también lo es el ser solvente en tu propia área. La gran defensa del Liverpool se complementó a la perfección con Alisson, un fichaje excelente por parte de la directiva británica.
El portero brasileño acabó siendo el guardameta menos goleado del campeonato, manteniendo su portería a cero en 21 partidos de los 38 totales. El conjunto solo encajó 22 dianas en todo el torneo.
La mano de Klopp se ha notado, pero esta temporada no ha sido suficiente para desbancar al megaequipo que ha demostrado ser el City. De hecho, la única derrota de los de Anfield fue en su visita al Etihad. Un encuentro que ha acabado decidiendo la Liga.
Pese a ello, el Liverpool tiene la oportunidad de redimirse a lo grande. Nadie se acordaría del amargo segundo puesto si los ingleses se proclaman campeones de Europa en el Metropolitano. ¿A la tercera irá la vencida para Klopp?