El Bayern tenía los cambios agotados, pero había goleado al Augsburgo. De hecho, el propio Müller había firmado el sexto y definitivo gol. Fue entonces cuando se llevó la 'tarascada'.
Fue atendido, y al verle entrar a los vestuarios, todo el Allianz Arena pensó que el Bayern jugaría con 10 esos últimos minutos de partido.
Sin embargo, Müller volvió al poco al partido, por su propio pie, sin aparentes secuelas. ¿Fue a tratarse al vestuario o aprovechó las circunstancias para, bueno, ya imaginan?