Fue un 22 de julio de 2014 cuando el Real Madrid, después de una larga e intensa negociación, logró hacerse con el joven talento colombiano James Rodríguez por un precio que rondó los 80 millones de euros. El conjunto blanco dio un golpe en la mesa tras el Mundial de Brasil con un jugador que duró tres temporadas y que fue de más a menos.
A sus 23 años, James aterrizó en el Bernabéu poco después que Toni Kroos, aunque los papeles han sido bien distintos. Llegando con la Bota de Oro del Mundial bajo el brazo y siendo el autor del mejor gol de la cita mundialista, James lleno de ilusión el madridismo.
De hecho, los mejores números de la carrera deportiva del jugador 'cafetero' continúan siendo con la camiseta blanca, pues en su primera temporada disputó 46 partidos, marcando 17 goles y dando 17 asistencias.
Pero su influencia en el juego fue dejando mucho que desear y la presión terminó pudiendo un James que salió en busca de minutos y de protagonismo tras ganar hasta siete títulos con el Madrid. Con una cesión de dos temporadas y una opción de compra, James hizo las maletas para jugar en el Bayern en un cambio que ya venía siendo esperado.
Según informó ya 'Kicker', el Bayern no cuenta con James de cara a la próxima temporada, de modo que todo apunta a que no ejecutará la opción de compra, de unos 42 millones, sobre el colombiano, que regresará al Madrid para ponerse a las órdenes de Solari.
Una segunda oportunidad
Y el nuevo horizonte que se le presenta a James invita a pensar y a analizar si el centrocampista podría tener minutos con el entrenador argentino en un panorama completamente diferente al que había cuando se marchó.
Sin Cristiano Ronaldo y con un equipo que trabaja más para el conjunto,el ambiente podría favorecerer a James, siempre y cuando llegue en buenas condiciones físicas, ya que, de momento, sufre un desgarro en el ligamento de su rodilla izquierda.
Un factor importante será la opinión y el papel que le tenga preparado un Solari dado a dar oportunidades, así que James tendría opciones de dar argumentos para tener una segunda vida en el Madrid y recuperar el nivel que demostró en su primer curso.
Pero un impedimento podría ser el número de centrocampistas que hay en la plantilla 'merengue' y el jugador a sacrificar para meter al colombiano. La competencia estaría servida por un puesto en un centro del campo habitalmente ocupado por Kroos, Casemiro y Modric, ya que Isco -y también James- podría acompañar a Benzema y a Bale en un 4-3-3 como ocurrió en el último 'Clásico'.
En la larga lista, James tendría que pelar con Marco Asensio, Lucas Vázquez o, aunque en menor medida, con Ceballos. Sobre el papel, a Solari le sobraría una pieza que en la actualidad es importante, pero habrá que ver lo que ocurre cuando James aterrice de nuevo en la casa blanca.