El miedo fue el gran vencedor en el Olímpico de Roma en la ida de semifinales. Y es que tanto Lazio como Milan jugaron el partido con el freno de mano puesto.
La confrontación entre dos de los grandes del fútbol italiano estuvo marcada por el temor de ambos a perder y dejar en bandeja el pase a la final al oponente.
Los 90 minutos que aún quedan por disputar en San Siro estuvieron muy presentes durante todo el encuentro en la capital.
Pese a todo, la Lazio trató de hacer valer su condición de local y fue el conjunto que más busco el gol a lo largo del encuentro, aunque sin fortuna.
Y es que el conjunto de Simone Inzaghi pecó de falta de puntería en la mayoría de sus acercamientos, mientras que en el resto el planteamiento defensivo del Milan hizo el resto.
Ciro Immobile, que salió de titular en la delantera junto al argentino Joaquín Correa, tuvo las mejores opciones de gol.
Desperdició la primera a los 30 minutos al rematar fuera desde buena posición una asistencia del ítalo-brasileño Rómulo Souza, mientras que estrelló contra la madera la segunda, llegada a falta de diez minutos para el final. En ese caso, la diana habría sido igualmente anulada por fuera de juego.
Por su lado, el equipo lombardo se limitó a tratar de aprovechar unos errores que nunca llegaron por parte de la Lazio, siendo Piatek un auténtico islote en mitad de un océano blanco y celeste.
De hecho, el siete veces campeón de Europa solamente tiró una vez a puerta en todo el partido. Un pobre bagaje que, aun así, le valió para sacar un empate y tener todo a favor para lograr el pase a la final ante su público.