Una palabra de Neymar bastaría para acabar con las informaciones que le sitúan en el PSG la próxima temporada. Guiado por su padre, que sigue llevando las operaciones sin mucha discreción, el delantero intenta mantenerse al margen de todo.
A excepción de un par de fotos con las que no hizo más que mantener la duda en el aire, el jugador del Barcelona ha optado por el silencio total, pese a las informaciones que le acercaban cada vez más al PSG.
Mientras él guardaba silencio, compañeros, dirigentes de uno y otro club, periodistas... todos han analizado, opinado e informado sobre las evoluciones de unas negociaciones que se han terminado confirmando.
El último en hacerlo fue Gerard Piqué, que dio un vuelco a todo con un mensaje claro y conciso en las redes sociales: "Se queda", rezaba el mensaje, que venía acompañado de una foto del central junto a Neymar.
Esa afirmación cambió radicamente un contexto que ponía a Neymar prácticamente en París para firmar su nuevo contrato como jugador del PSG. Todo se tambalea a su alrededor, pero Neymar, siempre presto a provocar terremotos en las redes sociales, guarda un catedrático silencio.
Habló sobre el terreno de juego para dejar claro que su fútbol vale muchos quilates, pero nada más. Es su padre el que lleva todo y el que no ha dejado de reunirse con dirigentes de Barcelona y PSG. Ni siquiera el intentó de sus compañeros de convencerle le ha hecho soltar una palabra al respecto.
Todo el mundo habla sobre él, pero el protagonista de todo, la versión que realmente importa, sigue oculta tras el velo de unas negociaciones que, por ahora, sólo serviran para enriquecer un poco más a Neymar y su familia, ya sea en París o en Barcelona.