Una de las imágenes del fin de semana se vio en San Siro. Y no, no fue ninguno de los tres goles que le hizo el Atalanta al Milan en el partidazo de la jornada en la Serie A. De hecho, la jugada más famosa del partido no acabó en gol.
Fue una falta que lanzó el Atalanta en el semicírculo del área contraria. Ilicic fue a lanzarla, pero contó con una curiosa ayuda: una barrera propia que formaban Pessina, Djimsiti y De Roon. Justo antes del lanzamiento, se adelantaron y acabaron apartando para despistar a Donnarumma.
Finalmente, el portero repelió el disparo como pudo, algo que no logró hacer Coppola, el meta del Hellas Verona en 2016 ante el Genoa. Allí jugaba Suso y, curiosamente, el entrenador era Gasperini, hoy en el Atalanta. Y ya puso en práctica esta falta con bloqueo.
Perotti, Dzemaili y Rincón formaron una barrera que desapareció justo antes del lanzamiento. El español, con la zurda, superó la muralla rival, dio al palo y el balón, tras dar en la espalda de Coppola, se coló en la portería.