Hace un par de temporadas, ambos se estaban jugando la Premier League. Ahora, el objetivo de Tottenham y Leicester es muy distinto. Pero no por ello 'spurs' y 'foxes' han olvidado su mejor fútbol.
Sin nada en juego -los de Puel estaban salvados y los de Pochettino en la Champions-, el partido entre el Tottenham y el Leicester que echó el cierre para ambos en la presente campaña fue frenético.
Comenzó golpeando primero el equipo visitante con un gran gol de Vardy, pero Kane, en plena lucha por el 'Pichichi' con Salah, pronto empataría con uno de sus clásicos goles.
Apenas se había llegado al ecuador de la primera mitad y el Leicester volvía a golpear con otro sospechoso habitual. Mahrez aprovechó un balón suelto en la frontal y, con una fantástica volea, subía el 1-2 al marcador.
Tras el paso por los vestuarios, el Leicester parecía sentenciar el choque con un golazo por la escuadra de Iheanacho, pero Lamela anotó el 2-3 casi en la jugada posterior y volvió a abrir el partido.
El encuentro se vivía de área a área y le volvía a tocar al Tottenham, que anotaría el 3-3 en el 53' en un disparo desviado por Fuchs hacia su propia portería. Los 'spurs' confirmarían la remontada en el minuto 60 de nuevo por mediación de Lamela, pero Vardy confirmaba que los suyos no se iban a rendir en el minuto 73 con un nuevo golazo por la escuadra.
El 4-4 parecía que podía satisfacer a ambos, pero no a Kane, que siguió apretando hasta el final en el 'Pichichi' y llegó a su trigésimo gol con el definitivo 5-4, anotado en el 76 en un partido que comenzó atrayendo poca atención y terminó como una auténtica fiesta del fútbol.