Con 45 años, el ex atacante internacional inglés lleva varios meses aquejado de una 'glomeruloesclerosis segmentaria y focal', una enfermedad rara y poco investigada en estos momentos.
Habiendo empeorado durante este principio de 2017, a Cole no le quedaba otra que pasar por el quirófano para que le sustituyeran uno de sus riñones dañados por otro de un donante anónimo.
El United ha sido el encargado de informar de todo lo sucedido, pero no se han dado muchos detalles del estado de salud del ex jugador, además de los que se sabían desde hace un tiempo.
Y es que, la enfermedad no le está afectando sólamente en el apartado físico, sino también en el psicológico, pues él mismo aseguró que ver estos cambios sobre su cuerpo "es muy duro y hace estragos".