Así de caprichoso es el fútbol a veces. En febrero de 2019, el Chelsea llegó a la final de la EFL Cup ante el Manchester City. Kepa Arrizabalaga fue el portero titular y el partido, tras el 0-0 del tiempo reglamentario y la prórroga, se fue a los penaltis.
Poco antes de que acabase el tiempo extra, Maurizio Sarri, por entonces entrenador 'blue', quiso quitar al meta español para dar entrada a Willy Caballero. Pero Kepa se negó y se quedó en el césped. Al final, el City se llevó el título pese a una pena máxima que detuvo el ex del Athletic.
Este domingo, tres años después, la historia se repitió, aunque con otro final. Esta vez, el Chelsea se enfrentaba al Liverpool y el resultado fue idéntico. 0-0 en los 120 primeros minutos y el título, a decidirse desde los once metros.
Edouard Mendy, el titular, hizo un gran partido, pero no tuvo problemas a la hora de acceder al cambio. Thomas Tuchel metió a Kepa, que cambió su rol en esta ocasión, en el minuto 120 para la tanda de penaltis. Pero no le salió especialmente bien.
Y es que el cancerbero español no solo no paró ningún lanzamiento, aunque estuvo cerca de hacerlo en tres de ellos, sino que falló el decisivo al mandar su golpeo a las nubes. Los 'reds' se impusieron por 11-10 después de que todos los tiradores, incluido Kelleher, meta del Liverpool, acertasen desde los once metros.
February 27, 2022