Dos jugadas le valieron al Girona para tumbar al Castellón. Efectividad pura. Victoria clave para reengancharse a la pelea por el ascenso la que cosecharon los de Francisco Rodríguez en casa, en la jornada 26 del campeonato. A los de Garrido, que empezaron muy bien, los condenaron sus tempraneros errores defensivos.
En los primeros compases, con la posesión como arma, la sensación en Montilivi era de que los locales eran los 'orelluts'. Todas las ocasiones las generaban ellos y sus rivales, centrados en defenderse, apenas tenían tiempo de buscar sus opciones aunque fuera a la contra.
El problema -para los visitantes- fue que, en cuando lo consiguieron, triunfaron. En la primera llegada de peligro claro catalana, un saque de esquina, Bernardo le ganó el sitio a César Díaz y mandó la bola al fondo de la red con un testarazo tan potente como soberbio.
En la segunda, 12 minutos después, al borde del descanso, Gumbau rompió la defensa castellonense con un pase sutil, preciso, quirúrgico, que resolvió Bárcenas fusilando a Whalley. El Girona había hecho en menos de un cuarto de hora lo que el Castellón no pudo antes y, además, dejando en mal lugar en el 1-0 a su mejor jugador del día, César Díaz.
El '11' estuvo en todas. Ya fuera disparando desde lejos, filtrando balones, colándose él en los dominios de Juan Carlos o incluso buscando el gol de cabeza, capitalizó los intentos de los suyos por abrir la lata primero y recortar distancias después. Todo ello, vestido con un fútbol muy bonito de ver.
La diana del honor, merecidísima en pleno sitio al área gerundesa, plasmó esto último. Cubillas trazó un pase de tacón a Bodiger, este le marcó el desmarque a Señé, depositó la bola justo delante de él y facilitó que superara al meta rival con una definición soberbia. La defensa de Francisco solo pudo mirar.
Pero la belleza de un gol no determina su valor y, en el cómputo global, dos son más que uno, así que el Girona se hizo con la victoria. Se reengancha así el conjunto albirrojo a la pelea por el 'play off' de ascenso. Los 'orelluts', más colistas que nunca.