Victoria importantísima para un Villarreal que llegaba a la tercera jornada con un único punto, contra las cuerdas. El Young Boys pagó caros sus contados errores, porque su rival hizo gala de una precisión envidiable.
Marcó muy pronto el Villarreal. Tan pronto como a los seis minutos de partido, gracias a un centro de un Alfonso Pedraza que causó estragos durante mucho tiempo por la banda derecha del rival. Centro que Yéremy Pino remató, muy solo en el segundo palo, para adelantar al equipo español en tierras suizas.
Había salido más centrado el Villarreal, y se notó en ese gol. Porque a este le siguió otro, una falta botada al área por Parejo que Gerard Moreno cabeceó a gol, de nuevo muy solo.
Dos llegadas, dos errores en las marcas de la defensa del Young Boys, dos goles. Y no fueron más porque el Villarreal echó el freno y se puso a contemporizar.
Eso generó un nuevo partido, uno en el que el equipo suizo asumió la iniciativa por completo, en el que capitalizó las ocasiones de gol, disparo a la cruceta de Aebischer en el 31'.
Las llegadas de los de Berna eran una constante, pero el asedio sería mucho peor en la segunda parte, con el Villarreal ya totalmente replegado. Siebatcheu y Elia atormentaron a los zagueros, con Ngamaleu y Ulises Garcia nutriéndoles de balones por las bandas y Aebischer y Fassnacht por el carril central.
No claudicó el Villarreal ante el inclemente asedio suizo por el buen hacer de un Rulli que en el segundo tiempo salvó tres clarísimas, pero que poco pudo hacer para evitar el gol de Elia, en el 77', con el que el Young Boys puso contra las cuerdas a su rival.
Pero entonces reapareció el certero equipo de Emery. El técnico vasco, que parecía haber descompensado su planteamiento introduciendo a Alberto Moreno como doble lateral por la banda izquierda, se salió con la suya al convertirse el carrilero en el factor diferencial de un partido roto por la mitad.
Su velocidad resultó fundamental en el gol de la tranquilidad, anotado por él mismo después de que Danjuma fallara con todo a favor el mano a mano con un Von Ballmoos que también paró de lo lindo.
Y ese gol, en el 88', tuvo como respuesta el cuarto, con el Young Boys entre volcado a la desesperada y abatido por el revés. Lo firmó precisamente el sustituto de Danjuma, un Samu Chukwueze que convirtió en gol el primer balón que tocó en este partido.
El Villarreal sumó su primera victoria de la Champions haciendo gala de una capacidad de sufrimiento al alcance de pocos equipos, pero también de un acierto de cara a gol que muchos querrían para sí.
El Young Boys lo intentó por activa y por pasiva, pero entre la férrea defensa del 'Submarino Amarillo', las paradas de su portero y su propia falta de precisión, acabó claudicando en un partido que por momentos mereció como mínimo empatar.
El Grupo F se aprieta y se pone al rojo vivo, con el United primero, con siete puntos, y con Villarreal y Atalanta segundo y tercero con cuatro. El Young Boys lo cierra, pero con tres puntos que no le descartan, ni mucho menos, de ninguna pelea.