Tres puntos increíblemente caros

Ganó sin problemas el PSG al Rennes, en un partido en el que estuvo cerca de haber sufrido más lesiones que goles marcó. En ese sentido, el partido fue una sangría, y los tres puntos saben necesariamente a poco.

Le cayeron tres al Rennes en el Parque de los Príncipes. Firmó el equipo rojinegro un partido nefasto. Infame. Censurable en defensa y desacertado en ataque. No fue rival para el PSG, ni jugando los de Tuchel al ralentí.

Desde el primer minuto quedó claro que el PSG llevaría la iniciativa y solo tardó once minutos en hacer el primer gol, obra de Moise Kean. Fue el primer error grosero del Rennes en defensa, y lo pagó.

Y tras la de cal, la de arena. Acto seguido, Idrissa Gueye se sentó en el césped y pidió el cambio. Otro lesionado, y no sería el último hoy. Entró por él Rafinha, y el centro del campo del PSG adelazó, perdió músculo (más aún).

En el 21' volvió a marcar el PSG, Di María en esta ocasión, con una gran definición ante la precipitada salida de Gomis, y en el 35', otro lesionado: Kehrer.

Fue a partir de esa segunda lesión, con la entrada de Bakker y el cambio de banda de Kurzawa, cuando el Rennes despertó por fin. Solo entonces empezó a tener alguna que otra llegada de peligro o al menos merecedora de tal definición.

El PSG, por su parte, dejó pasar los minutos hasta el descanso, en el que cambió a Florenzi, quién sabe si también 'tocado', por quen entró Dagba.

Salió el Rennes a morder, y vivió sus mejores minutos, hasta que el PSG durmió el partido. Tenía una misión el cuadro parisino, ganando ya 2-0: que no pasase nada. Nada de nada.

Tocaba el balón el PSG hasta el aburrimiento, y el Rennes le dejaba. Ni presionaba, ni apretaba, nada. Solo empezó a hacerlo tras hacer sus primeros cambios, justo antes de que, efectivamente, cayera otro soldado de Tuchel.

Se rompió Moise Kean a la hora de partido y entró Danilo Pereira por él. Tres cambios, tres lesionados, quizá cuatro. Inexplicable se queda corto.

Se invirtieron los turnos, eso sí, porque tras la lesión llegó el gol, y no al revés. Di María firmó su doblete con un buen tanto, en el que la defensa del Rennes se olvidó de jugar y regaló la anotación al argentino.

Fueron tres goles nacidos de tres errores: malos pases, pérdidas inexplicables, defensas blandas, etc. Y eso, ante un club como el PSG no puedes hacerlo.

No hubo mucho más. Sumó tres puntos más el PSG, su octava victoria consecutiva tras los dos tropiezos con los que se estrenó en la Ligue 1. Tres puntos y tres nuevos lesionados, cuatro si se confirma lo de Florenzi. Tiene ya doce o trece. Podría hacer un once más que temible solo con su enfermería, aunque Jesé tuviera que hacer de portero.