La agresión se produjo en la plaza II. János Pál Pápa (Juan Pablo II), cercana a la estación de trenes Keleti que estaba bloqueada anoche por los policías para evitar conflictos.
Durante el partido de anoche, en las afueras del estadio Groupama, hubo enfrentamientos de unos 1.200 hinchas húngaros con la policía que se saldaron con 38 personas heridas, entre ellos 23 agentes.
La policía detuvo a 51 individuos contra quienes se abrieron procesos legales por vandalismo y actos de violencia contra personas.
El partido finalizó con un empate sin goles y muchos de los ultras intentaron provocar a los centenares de refugiados que acampaban en la estación de trenes Keleti, pero al no poder pasar por el bloqueo policial se dirigieron hacia las plazas cercanas, donde dormían varios refugiados.