"Según me contaron, vinieron a Grecia para ver a Karapialis, del Olympiacos. Y en un restaurante les oyó un camarero y les dijo que se fijaran en un chaval del AEK", explica en una entrevista con 'El País'.
Tsartas reconoce que no conocía de Sevilla nada, "sólo que Maradona había jugado allí". Y llegó y conquistó a la afición con su exquisito fútbol ofensivo. "Si hubiera cogido en una época buena al Sevilla", lamenta... Y es que fue llegar él y descender.
No congenió con Camacho y tuvo que ser Marcos Alonso, ya en Segunda, el que sacara lo mejor de él. Se convirtió en héroe del ascenso y tampoco ha olvidado la 'licencia para no defender' que le dio un personaje que suele anteponer siempre el trabajo físico a la técnica: el 'Profe' Ortega.
"El 'Profe' Ortega me explotó de verdad y Marcos me trató de maravilla. Un día, delante de todos, dijo: 'Chavales, vamos a dejar una cosa clara. ¿Quién de vosotros puede hacer lo que hace Vassilis ofensivamente? ¿Nadie? Pues no quiero oír más quejas de que no defiende'", explica Tsartas.
El griego, posterior triunfador con su país en la Eurocopa de 2004, confiesa que disfrutó en Segunda y el camino al ascenso de los hispalenses, pero también asegura que fue donde más de cerca le marcaron en su carrera. "Me iba a echar la siesta y pensaba que alguien me seguía. Siempre me hacían marcaje al hombre y me sirvió para mejorar", apunta.
Un futbolista con una calidad especial y al que sólo su poco trabajo defensivo le privó de probar en un grande.