"Qué vergüenza que tu hijo te de una clase de educación desde el campo, qué vergüenza que tu hijo te diga: 'Cállate ya mamá, no insultes más a la linier'. Qué vergüenza tener que echaros de un campo de fútbol porque no paráis de insultarme, qué vergüenza que en pleno siglo XXI tengamos que escuchar: 'Tú eres una mujer, ¿qué c... haces aquí? ¡¡Vete a fregar!!", escribía una desconocida Andrea Zarzuela, hasta hace unos días, en su cuenta de Facebook.
Una árbitra española que vivió una auténtica pesadilla durante un partido de la Cuarta División Andaluza Juvenil entre Comarca de Jerez y Bornense Atlético, cuando tuvo que soportar todo tipo de insultos sobre el césped, a tal punto de tener que permanecer escondida en los baños antes de poder abandonar el estadio con la ayuda de un compañero.
"Todo esto ha pasado hoy en un partido de JUVENILES... Señora, señor, yo también tengo un padre y una madre, y estoy segura que a ti no te gustaría que insultara a tu hijo cada minuto y lo hiciese sentir como una mie..., puesto que eso es lo que me habéis hecho sentir a mí. Pero esto no es todo, cuando se les invita a que abandonen el campo, la señora grita: 'A esta la voy a esperar yo aquí, cuando salga la voy a hartar de palos", añadió la colegiada española en la conocida red social.
Y sentenció: "En fin... Sigamos promoviendo la violencia, y después vete a una manifestación a defender a las mujeres. Hasta que todo esto no acabe, el mundo no irá mejor. Cada vez el fútbol da más asco. Y que sepáis, señora y señor, que ni ustedes ni nadie vais a acabar con mi ilusión".
Y es que estamos más que acostumbrados, por desgracia, a escuchar insultos de todo tipo hacia las mujeres en el fútbol por parte de los hombres, pero lo que no se esperaba nadie es que los insultos machistas viniesen directamente... ¡de una mujer!
"El padre fue el que empezó porque me reclamó cuatro fueras de juego. Dijo que yo no tenía ni puta idea porque era mujer. Hasta el minuto 30 del primero tiempo estuve escuchando lo mismo, que me fuera a fregar. Le dije al delegado de campo que lo echaran de ahí y se puso todavía peor cuando le dijeron que si quería seguir en el campo tenía que dejar de decirme cosas. En ese momento empezó a decirme que era tonta y que no estaba a la altura de los jugadores", comentó Andrea en unas declaraciones concedidas a 'sevilla24horas'.
"Al vestuario me fui con impotencia en el descanso, pero después ya no aguanté más. La mujer de ese señor también empezó a decir barbaridades y en el minuto 41 de la segunda parte le dije al árbitro que no podía continuar y se dio el partido por terminado. Me dijeron que me iban a hartar de palos al salir del vestuario", añadió.
Además, explicó que tuvo que refugiarse en el vestuario para evitar ser agredida a la salida del estadio: "En el vestuario estuve unos 25 minutos más o menos y cuando salí estuve mirando si quedaba alguien, y pedí al delegado de campo que me acompañara al coche. Yo estaba aliviada y lo único que pensaba es que no quería volver a ese campo".
"Ha sido la vez que más miedo he pasado. Este fin de semana pensaba tomármelo de calma, pero después de pensarlo he decidido volver a pitar. Voy a seguir hasta que pueda contra todo. Estoy acostumbrada a todo, pero tanto insulto machista era vergonzoso. No me va a condicionar porque yo quiero dedicarme a esto y le he dedicado muchas horas como para dejarlo ahora. Incluso me he operado de la rodilla y no lo voy a dejar por dos personas", añadió.
Y sentenció con dureza: "El problema está en la falta de preparación de muchos padres, que quieren que sus hijos sean un Messi o un Cristiano y no se dan cuenta de que antes de ser jugador hay que ser persona".