El Atlético lleva una temporada nefasta desde los once metros. Desde la tanda que les costó la Champions League, los de Simeone han fallado cinco de los ocho lanzamientos que han realizado.
Si ante el Leganés fue Griezmann el que marró el disparo, contra el Barcelona el tocó el turno a Gameiro. Los dos franceses estuvieron negados desde el punto fatídico, algo que se ha convertido en una cruz durante la temporada en la que menos efectividad está teniendo el equipo rojiblanco.
Curiosamente, el equipo juvenil dispuso de una pena máxima para adelantarse en el duelo de la Youth League y Toni Moya ofreció todo un recital de cómo se debe lanzar un penalti. Engañó al portero y con suma tranquilidad la puso en el palo contrario.
El capitán del equipo juvenil es una de las grandes promesas de la cantera del Atlético y un consumado lanzador de penaltis, cualidad que está necesitando el primer equipo este curso.